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El control médico del embarazo cambia un poco de unas comunidades autónomas, a veces incluso de un hospital a otro. No obstante, hay unos controles mínimos que se hacen a todas las embarazadas. En este artículo vamos a hablar de la revisiones en el primer trimestre.

Antes de buscar el bebé…

Conviene que visites al médico de familia para comenzar a tomar ácido fólico un poco antes de buscar el embarazo, comprobar si estás al día de vacunas y descartar cualquier alteración que pudiera complicar un embarazo o tomar medidas para tratarla durante el mismo.

Revisiones médicas en el primer trimestre de embarazo

En cuanto se confirma el embarazo, hay que pedir cita con el médico de familia para que gestione el seguimiento médico con el ginecólogo y la matrona del centro de salud. A menudo, para ganar tiempo el médico de familia manda la primera analítica y receta los suplementos necesarios (ácido fólico y yodo, si la embarazada no los estaba tomando ya) en el embarazo.

Esta primera analítica de sangre y orina descarta infecciones y sirve para valorar tu estado general de salud (posible anemia, glucosa, tiroides, etc.), comprobar si estás inmunizada frente a la rubéola y la toxoplasmosis, o si padece algún tipo de enfermedad infecciosa que pueda suponer un riesgo en el embarazo (hepatitis B y C, VIH, Sífilis, citomegalovirus y otros agentes infecciosos).

La primera cita con el ginecólogo

En la primera cita, el ginecólogo realiza una primera revisión física y pone al día el historial médico de la madre y de la familia (para valorar los antecedentes familiares y personales y los posibles factores de riesgo que puedan afectar al desarrollo del embarazo), calcula la fecha probable del parto y solicita los análisis necesarios si no los ha pedido ya el médico de familia.

Cuando el Rh de la madre es negativo y el del padre positivo, se manda una analítica especial (test de Coombs indirecto) para comprobar que en el organismo de la madre no existen anticuerpos que puedan dañar al feto.

También manda la primera ecografía, de las tres que se realizan por rutina en el embarazo, que forma parte de un screening que se realiza a todas las embarazadas para valorar el riesgo de que el futuro bebé tenga algún defecto congénito.

Algunos médicos realizan una ecografía previa para confirmar el embarazo hacia la séptima semana. El monitor apenas muestra un puntito que parpadea en la inmensidad del útero, pero para los padres es muy emocionante.

Es posible que el médico realice en la consulta o  recomiende hacer una citología (si no hay una reciente) para saber si existe alguna infección u otra patología en los genitales.

Screening del primer trimestre

En este trimestre se realiza a todas las embarazadas un screening para detectar el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto y ver si es conveniente realizar otras pruebas invasivas (como la amniocentesis) que lo confirmen.

El screening tiene en cuenta la edad de la madre, los resultados de un análisis de sangre un poquito especial que valora ciertas hormonas y proteínas placentarias y la medición por ecografía de la  translucencia nucal del feto (un pliegue que hay detrás de la nuca), hacia la semana 12-14.

Esta primera ecografía suele ser vaginal y en ella se puede ver si la placenta está bien colocada, si hay más de un bebé y medir su tamaño para calcular con más precisión la semana de embarazo y la fecha probable de parto.

Si da un riesgo alto, el médico puede aconsejar a la madre que se realice la amniocentesis (esta prueba se suele realizar entre las semanas 14 y 18 de embarazo).
En algunas comunidades autónomas, como   Castilla y LeónCataluñaAndalucíaValencia, Asturias y Cantabria  y en numerosos hospitales de la sanidad pública como el Hospital Ramón y Cajal se da antes la posibilidad de realizar un test de adn fetal en sangre materna, que descarta muchas  anomalías cromosómicas en el feto, sin los riesgos que puede tener la amniocentesis. Puedes ampliar información en este artículo sobre el diagnóstico prenatal no invasivo.

Los resultados de la amniocentesis suelen tardar tres semanas ,aunque en algunos hospitales se utiliza una técnica llamada FISH que los obtiene en 48 horas.

Asesora: Gema Magdaleno del Rey, matrona de Atención Primaria de Madrid

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