Ya sabíamos que hacer ejercicio moderado durante el embarazo tiene muchos beneficios, entre otros:

A todas estas ventajas, se suma una más: previene la temida depresión posparto.

Según los resultados de varios estudios la práctica regular de ejercicio en el embarazo y en el posparto puede disminuir el riesgo de sufrir depresión posparto.

En un estudio realizado por la Universidad Castilla-La Mancha y publicado en la revista Birth, en el que se analizaron datos de 12 ensayos controlados realizados entre 1990 y 2016 en los que se evaluó la eficacia del ejercicio antes y después del embarazo en 932 mujeres, se observó que «incluso la actividad de baja intensidad, como pasear con un cochecito de bebé, se asocia a menos probabilidades de presentar síntomas de depresión posparto en las madres primerizas».
Los ejercicios que se evaluaron en este estudio fueron: estiramientos y ejercicios de respiración, caminar, actividad aeróbica, pilates y yoga. Las embarazadas más activas obtuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas que medían los síntomas de depresión posparto que las que no hacían ejercicio.

Otro estudio  realizado por  la Universidad Politécnica de Madrid en colaboración con el Hospital Universitario de Torrejón de Madrid, publicado en la revista  British Journal of Sports Medicine, demostró que el ejercicio en el embarazo disminuye el riesgo de depresión posparto en más de un 40%.
En este caso, se utilizó la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos para medir el riesgo de depresión al comienzo del embarazo, al empezar el eel estudio (semanas 12-16 de embarazo), en la semana 38 de embarazo y a las 6 semanas del posparto en 124 mujeres embarazadas /70 en el grupo de intervención (que fue el que hizo el ejercicio pautado) y 54 en el grupo de control.
Las  embarazadas del grupo de intervención siguieron un programa de ejercicio de una hora tres días a la semana. No hubo diferencias en el porcentaje de embarazadas con depresión al inicio del estudio , pero sí se vio un un menor porcentaje de mujeres deprimidas en el grupo de intervención en comparación con el grupo de control a las 38 semanas de embarazo (18,6% frente 35,6%)  y a las 6 semanas posparto (14,5% frente a 29,8%) . Por lo que se concluyó que un programa de ejercicio en el embarazo puede reducir la depresión al final del embarazo y en el posparto.

No hay que confundir la depresión posparto con el bajón hormonal

Los síntomas más comunes de la depresión posparto, que no hay que confundir con el bajón hormonal (tristeza posparto o baby blues) que sufren muchas mujeres en los días que siguen al parto (que es temporal), son: ansiedad, inseguridad, irritabilidad, cansancio, sentimiento de culpa, miedo a hacer daño al bebé o rechazo al dar el pecho al bebé.

Si se detectan, es importante consultarlos con la matrona cuanto antes para recibir ayuda y poder superar la depresión cuanto antes.

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