INFORMACIÓN ACTUALIZADA EN FEBRERO 2020

El control médico del embarazo puede cambiar ligeramente de una comunidad autónoma a otra, pero existen unos mínimos generales. En este artículo vamos a hablar de las revisiones en el tercer trimestre de embarazo.

En este trimestre, es posible que las visitas al ginecólogo sean más frecuentes porque hay el parto está cada vez más cerca y es necesario comprobar que todo va bien.

En cada revisión, el médico realiza una palpación del vientre, medición del útero, auscultación cardíaca del feto y controla la tensión arterial de la madre.

  • Entre la semanas 28 y 36 de embarazo, las embarazadas pueden vacunarse de la tosferina en su centro de salud. Es una recomendación del Ministerio de Sanidad para prevenir la enfermedad en el embarazo y el recién nacido.
  • Alrededor de la semana 32-34ª de embarazo, se realiza la tercera ecografía que marcan los protocolos.
    En ella  se valora el tamaño y peso del feto, sus movimientos, latido cardíaco, la situación y el estado de la placenta y la cantidad de líquido amniótico. También se observa cómo está colocado el bebé de cara al parto.
    • Si está ya boca abajo y se trata del primer embarazo, es difícil que se mueva ya.
    • Si el bebé está de nalgas o atravesado, se suele hacer otra ecografía más adelante para ver si ha cambiado su posición.

A veces, se realiza a la mujer una cervicometría, que consiste en medir el cuello del útero para ver si está más corto de lo normal y se le puede adelantar el parto.

En la analítica del tercer trimestre se valora el estado de salud de la madre, pues a medida que avanza el  embarazo aumenta el riesgo de sufrir anemia. Este análisis sirve además para valorar si se puede poner la analgesia epidural.

Visita al anestesista para firmar la epidural

Si la embarazada quiere dar a luz con epidural, tendrá que realizarse un electrocardiograma, pasar consulta con un anestesista sobre la semana 35 de embarazo y firmar un consentimiento informado.

  • Hacia las semana 36-37 de embarazo, se realiza un exudado o cultivo vagino-rectal para comprobar si existe una infección en la vagina por una bacteria llamada streptococo B agalactiae, que podría infectar al niño al atravesar el canal del parto. Si sale positiva, habrá que poner antibiótico en el momento del parto.
  • Cuando se acerca la fecha probable de parto, a partir de las semanas 39-40ª (dependiendo del protocolo médico del hospital) se suele realizar una monitorización semanal: esta prueba, que dura una media hora, valora el latido cardíaco fetal y la existencia de contracciones uterinas. Se realiza con dos sensores conectados al aparato que se sujetan con unas cintas o una faja al abdomen de la embarazada (que debe permanecer tumbada). Los resultados se reflejan en una  gráfica que registra la frecuencia cardíaca del feto y las contracciones del útero. Se puede hacer las vecesque sea necesario, ya que es inocua.

Las citas con la matrona

El seguimiento que realiza la matrona complementa las visitas al ginecólogo. Habitualmente, en cada visita la matrona toma la tensión arterial de la embarazada, revisa el peso y resuelve sus dudas sobre alimentación, ejercicio, sexualidad y problemas del embarazo que puede dar un poco de corte comentar con el ginecólogo.

Además, escucha con un Sonicaid (un tipo de micrófono especial) los latidos del corazón del feto, que en este trimestre muestra una gran vitalidad.

En el tercer trimestre, la matrona imparte las clases de educación maternal que ayudan a la futura a madre a prepararse física y mentalmente para el parto y ofrecen información práctica sobre el embarazo, los cuidados en el posparto, el inicio de la lactancia y el cuidado del recién nacido.

Asesoramiento: Gema Magdaleno,matrona de atención primaria de Madrid

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