Hay pocas cosas que nos causen tanta inquietud a los padres como que un niño se pierda en un espacio público.  Aquí tienes algunas ideas que ayudan a evitar que los niños se pierdan cuando vamos a sitios muy concurridos

En las aglomeraciones navideñas, los centros comerciales, pero también en los parques o la plaza del barrio donde el niño puede salir corriendo detrás de un balón… es fácil despistarse, sobre todo cuando estamos con más gente, incluso si estamos con el papá de la criatura, porque entonces es fácil pensar que el niño está con él. «¿Pero no estaba contigo…?».

A partir de los dos años, muchos niños se resisten a ir sentados todo el rato en la silla de paseo y no son fáciles de manejar. En su afán por investigar el mundo, muchos se niegan a ir de la mano de papá o mamá y nos pueden dar más de un susto, de esos que nos paran el corazón y todavía son pequeños para llevar encima un reloj con geolocalización.

Yo he vivido varias situaciones complicadas con mi hijo mayor, la mayoría cuando solo le teníamos a él y alguna, también con él, cuando ya había nacido mi segundo hijo. Por suerte, los dos pequeños,  han sido menos intrépidos o quizá es que contaban con la protección del hermano mayor.

Recuerdo dos situaciones en especial:

  1. Estábamos en un centro de bricolaje y el peque se nos despistó en uno de los pasillos. Tendría tres años y era una locura buscarle en un lugar así. Tuvimos la suerte de que le habían regalado un globo en el restaurante donde habíamos comido y lo llevaba atado en la muñeca. Así que fue fácil dar el aviso por megafonía. «Se ha perdido un niño de unos tres años con un globo rojo atado en la muñeca». Enseguida le llevaron a atención al cliente, pero… ¡qué angustia!
  2.  En la otra ocasión, el niño estaba solo conmigo. Yo estaba pagando en un supermercado y, de repente, ya no estaba… Ahí sí que me entró una angustia enorme, porque enfrente de las cajas hay unas escaleras que dan directamente a una plaza grande. Salí incluso a la calle a mirar, desesperada.. y nada. El corazón me latía a mil, me faltaba el aire. No se le veía por ninguna parte…
    Justo cuando iba a preguntar al vigilante de seguridad, él mismo se acercó a mí y -tal cara de angustia me debió ver- que directamente  me preguntó si «buscaba a un niño rubito con una camiseta roja que llevaba un rato escondido cerca de consigna…».
    Cuando me reencontré con mi hijo, no sabía si abrazarle  o regañarle. Menos mal que opté por lo primero, resultó que se había escondido porque no me veía y no quería «que se lo llevaran los malos»…

Consejos para evitar que los niños se pierdan

A raíz de estas (y otras) experiencias, recopilé todas las ideas que encontré para evitar que los niños se pierdan, y también sobre cómo actuar si un niño se pierde. Espero que puedan ayudarte:

1. Explícale que no puede correr

Cuando vayas con tu hijo a un lugar en el que puede haber mucha gente, explícale que si sale corriendo te puede perder de vista y podéis pasarlo mal él y tú. Para que lo entienda, puedes hablarle de algún caso de un niño que se perdió y tardó un rato en encontrar a sus papás, pero sin meterle miedo.

2. Dile que le acompañarás a ver lo que le guste (para que no se vaya solo)

En los supermercados y en los centros comerciales hay muchas cosas que llaman la atención de los niños. Antes de entrar, explícale a tu hijo que es importante que esté todo el rato a tu lado. Dile que si ve en otro pasillo algo que le gusta, te lo diga y tú le acompañarás a verlo, pero que nunca se vaya solo.

Si el niño es inquieto o impaciente, igual no conviene pasar mucho tiempo dentro del centro comercial.

3. Vístele con colores fáciles de distinguir

Cuando vayas a un lugar concurrido, un truco que ayuda es vestir a tu hijo con un color fácil de reconocer para poder localizarle fácilmente. En los cumpleaños del parque, esos en los que se pueden juntar más de 20 niños corriendo en todas direcciones, yo siempre ponía a mis hijos una camiseta de un color vivo (verde manzana, rojo…). Me ayudaba a distinguirlos fácilmente entre tanto niño.

4. Átale un globo en la muñeca

Otra idea para localizar pronto a tu hijo si le pierdes de vista y que resulta muy útil con los más pequeños, es atarle en la muñeca un globo inflado con gas (para que se mantenga bien alto). A mí me vino de perlas cuando mi hijo se perdió en un centro de bricolaje.

5. Fija un punto de encuentro

Cuando los niños son más mayorcitos y entienden, es útil elegir un sitio donde encontraros si de repente no nos ve: la estatua del parque, el puesto de helados de la plaza…  etc.

6. Un truco para que aprenda tu número de móvil

En cuanto le veas preparado, pídele que memorice tu número de móvil. Mis dos hijos pequeños se lo aprendieron con poco más de tres años, con ayuda de una canción que me inventé para incluir los números (de tres en tres). Eso sí, al principio solo eran capaces de decir el número de móvil con la canción. Afortunadamente, no tuvieron que usarla. Con ellos, a pesar de ser ya familia numerosa, no he tenido sustos, también es cierto que han sido más tranquilos, y eso que abandonaron la silla de paseo mucho antes, pero han sido de de esos niños que no se sueltan de la mano.

Si tu hijo es muy pequeños para memorizar el móvil apúntalo en una tarjeta y dile donde la guardas. Hay quien apunta el teléfono en los zapatos de los niños.

Si, a pesar de todo, se pierde…

Explícale qué si no te ve por ningún lado, intente no moverse de donde le perdimos o si se ha movido ya, que busque a una mamá o un papá con niños, que se solidarizarán rápidamente con la situación, o a una persona con uniforme guardia de seguridad o una dependienta (dependiendo del lugar en el que estéis) y que le cuente que no encuentra a sus padres y lo que puede hacer para localizarlos: si hay un lugar de encuentro, llamar al móvil si se lo sabe. etc.

Photo by Bu_T

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