Recientemente la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha advertido de los riesgos que puede tener para la salud viajar a países tropicales con niños menores de un año, ya que hay vacunas necesarias para viajar de forma segura a estos lugares que, por edad, no pueden administrarse a los bebés, y ha ofrecido algunos consejos para viajar con niños a países tropicales.
Por zona tropical se entiende la región del planeta situada entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio. En esta zona se encuentran la mayoría de los países de África, sudeste de Asia, Centroamérica y Sudamérica.
Consejos para viajar con niños a zonas tropicales
A la hora de planificar un viaje a otro país en familia, cuando el destino es una zona tropical, la AEP da estas recomendaciones para evitar contraer enfermedades:
- Estar al día con el calendario vacunal infantil, es decir que el menor tenga puestas todas las vacunas correspondientes a su edad
- Tener en cuenta las vacunas no sistemáticas (no obligatorias) que dependerán del país que se visita, del tipo de viaje y, también de la edad de los viajeros.
- Para asegurarse de se han puesto todas las vacunas necesarias, conviene llevar al niño al pediatra ya que si es necesario este profesional aconsejará pedir cita en cualquiera de los centros de vacunación internacional dependientes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y acudir con el libro de salud del niño o la cartilla donde consten las vacunas puestas.
- Protegerse de las picaduras de mosquitos
Es importante protegerse bien de las picaduras de mosquitos, con ropa adecuada de manga larga y colores claros y zapatos cerrados con calcetín, ya que los insectos pueden transmitir algunas enfermedades infecciosas graves como la malaria (o paludismo), el dengue y la fiebre amarilla.. Siempre que sea posible, se recomienda dormir bajo una mosquitera.
La malaria una enfermedad muy grave que se contagia por la picadura del mosquito Anopheles y que es endémica en determinados países, por lo que si se va a viajar a estos países para prevenir esta enfermedad es necesario tomar determinados medicamentos antes, durante y después del viaje. El fármaco a utilizar dependerá de la zona visitada, de la época del viaje y, en el caso de los niños, de su peso y edad. Por ello es importante consultarlo siempre con el pediatra.
5. Protegerse bien del sol
La exposición excesiva al sol tiene riesgos para la salud. Para prevenirlos, hay que evitar estar al sol cuando más calienta, protegerse físicamente con ropa, sombrillas, gorros y gafas, y utilizar protectores solares de forma adecuada
7. Tomar el agua siempre embotellada y la comida bien lavada y cocinada
Conviene usar agua embotellada, incluso para lavarse los dientes.Si no hay agua embotellada, conviene hervirla durante al menos tres minutos desde que se inicie la ebullición. El aparato digestivo está acostumbrado a un tipo de agua y tomar otras aguas potables puede provocar cierto grado de inestabilidad gastrointestinal. Por la misma razón, no conviene utilizar hielo en las bebidas.
Si se toma fruta ,conviene pelarla personalmente o lavarla con agua embotellada. No es recomendable consumir pescado o carne cruda ni los derivados lácteos no pasteurizados.
8. Llevar un botiquín básico con;:
- Un termómetro.
- Antiséptico para curar heridas: povidona yodada, agua oxigenada, clorhexidina, etc.
- Apósitos adhesivos (tiritas) para tapar heridas pequeñas.
- Gasas y esparadrapo para cubrir heridas más grandes.
- Suero fisiológico (en bote o ampollas individuales) para limpiar la nariz o los ojos.
- Un medicamento analgésico-antipirético (paracetamol, ibuprofeno….) para tratar la fiebre y el dolor.
- Protector solar.
- Repelente de mosquitos y algún producto para aliviar sus picaduras.
- Suero de rehidratación oral.856+
Si a pesar de todo, durante el viaje se inicia un proceso diarreico, hay que evitar la deshidratación ingiriendo líquidos como soluciones de rehidratación oral. Si la situación no mejora o aparecen vómitos o fiebre alta, se debe acudir a un médico.
Conviene observar a los niños a la vuelta y, sobre todo, si el niño presenta fiebre o diarrea persistente o si en las semanas siguientes tiene cualquier problema de salud, es importante acudir al pediatra y recordarle que el niño ha vuelto de un viaje tropical e indicarle la zona en la que ha estado.
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