Sin duda uno de los mejores recursos para combatir el calor es darse un baño fresquito y relajante. En el embarazo, además, es el agua el medio ideal para hacer ejercicio. Pero antes sumergirse conviene tomar algunas precauciones. Repasamos qué se puede hacer y qué no al bañarse embarazada en la piscina o el mar.

Consejos para bañarse embarazada en la piscina o el mar

1.¿Hasta cuándo se puede bañar una embarazada?

Si no hay contraindicaciones que desaconsejen el baño, se puede ir a la piscina durante todo el embarazo (salvo que haya expulsado el tapón mucoso porque esto aumenta riesgo de infección vaginal). No obstante, siempre conviene confirmar que es así con el ginecólogo o la matrona que llevan el embarazo.

No conviene bañarse si el agua está muy fría o se está muy acalorada. Los cambios bruscos de temperatura no son buenos.

2. Qué ejercicios se pueden hacer en el agua

El agua es el medio ideal para practicar ejercicio durante el embarazo porque no se nota el peso del cuerpo y se pueden realizar, con mucho menos esfuerzo, movimientos que fuera del agua resultarían molestos.

Durante los primeros seis se pueden realizar ejercicios para tonificar y endurecer las partes de cuerpo más propensas a ganar peso, como la cintura, la tripa, el pecho o los glúteos. En el tercer trimestre es preferible utilizar la piscina para relajarse, flotando en el agua.

3. Consejos para nadar durante el embarazo

Si no hay contraindicaciones, se puede nadar prácticamente hasta el final del embarazo, pero a medida que aumente el tamaño de la tripa habrá que ir cambiando la posición del cuerpo y quizá el estilo de natación para que no sufra la espalda.

Nadar a crol en el embarazo puede resultar más complicado y cansado por la coordinación que implica, hay que girar bien el cuerpo para que las respiraciones sean profundas y rítmicas.

Al nadar de espaldas en el embarazo no se fuerza la zona lumbar ni el cuello, pero en el tercer trimestre conviene hacerlo en una posición semisentada, con la tripa hundida, para que el peso del feto no comprometa la circulación.

  • En cualquier caso, conviene hacer paradas frecuentes, para realizar ejercicios de flotación que ayuden a relajarse, y que evitar las apneas (buceos prolongados).
  • Para estar más cómoda, la embarazada se puede colocar un churro de gomaespuma bajo las rodillas y otro debajo del cuello.

Precauciones en el embarazo en la piscina y el mar

Además de las medidas recomendadas en las piscinas para prevenir el contagio de Covid-19, que puedes ver aquí, conviene tener estas precauciones en el embarazo en la piscina y el mar:

  • En la piscina, ducharse antes de entrar al agua y, siempre, entrar en el agua poco a poco para que el cuerpo se aclimate a la temperatura del agua
  • En la piscina, entrar al agua por la escalera, no tirarse al agua de cabeza o dando saltos
  • Si se va a nadar durante un rato, conviene realizar ejercicios de calentamiento 10 minutos antes de entrar en el agua para prevenir lesiones.
  • No bucear durante mucho rato, ni a más de un metro de profundidad. Ahora la capacidad respiratoria es diferente y hay más riesgo de marearse.
  • Ducharse al salir para eliminar los restos de cloro, y si es posible cambiarse el bañador o bikini por uno seco.
  • Conviene colocar una toalla seca al borde de la piscina para sentarse sobre ella al salir, en lugar de sentarse directamente sobre el suelo donde pueden haberse sentado otras personas y puede haber humedad.
  • Evitar la exposición directa al sol, sobre todo en las horas de más calor y protegerse adecuadamente con un protector solar resistente al agua.
  • Utilizar calzado de gomaque sujete bien el pie para prevenir resbalones, se desaconsejan las chanclas
  •  En el mar entrar en el agua siempre acompañada, pues ahora no tienes la capacidad de reacción de antes si te arrastra una ola o te baja la tensión.

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