La mochila portabebés, también llamada cangurito, es un invento fantástico para el bebé y para sus padres.

  • El bebé puede estar en contacto con el cuerpo de su madre o su padre y, al mismo tiempo, observar el mundo desde una altura privilegiada.  Ese contacto con el cuerpo conocido, pegadito al corazón de sus padres le da tranquilidad y le ayuda a sentirse seguro.
  • Los padres pueden tener al bebé cerca, bien sujeto y vigilado y, al mismo tiempo, se pueden moverse libremente y, por ejemplo, ir con el bebé en transporte público o hacer la compra, con la ventaja de tener las manos libres.

Sobre todo, la mochila portabebés es muy práctica para calmar al bebé cuando llora, pues, como ya he comentado, el contacto con el calorcito de papá o mamá le tranquiliza rápidamente. Por eso, cuando mis hijos eran bebés, yo siempre  llevaba la mochilita en la cesta del cochecito. Meterles en la mochilita era una solución rápida si empezaban a llorar fuera de casa cuando me faltaban manos para llevarles en brazos y empujar el cochecito al mismo tiempo.

Es más, se ha comprobado: que los bebés que pasan tiempo pegados al cuerpo de su madre lloran menos. El suave balanceo que notan mientras caminamos les recuerda a su vida en el útero y les ayuda a sentirse seguros.

Requisitos de seguridad de las mochilas portabebés

Según se explica en la Guía de Seguridad Infantil en el Uso de Artículos de Puericultura de la Comunidad de Madrid, las mochilas portabebés que se comercializan en la Unión Europea, deben cumplir unos requisitos básicos de seguridad que dependen del tipo de mochila:

Mochilas portabebés no rígidas

Están diseñadas para llevar al niño en una posición vertical sujeto al torso del adulto a través de cierres, correas o cinturones suficientemente fuertes y tienen unas aberturas para las piernas del bebé.

  • En general, soportan un peso máximo de 15 kg.
  • Si el bebé tiene menos de 4 meses, deben tener un soporte para la cabeza y el bebé debe mirar hacia el adulto.
  • Aunque las mochilas que se pueden usar desde recién nacido tienen un refuerzo para sujetar la cabecita del bebé y evitar que se vaya hacia atrás o hacia los lados, conviene sujetársela para que se sienta más seguro.

Mochilas portabebés rígidas (a la espalda)

Sirven para transportar el peso del bebé mayor sin que sufra nuestra espalda. Los modelos con armazón de aluminio son muy ligeros.

  • Soportan más peso, pero no se deben utilizar hasta que el bebé puede sentarse solo, a partir de los  8 meses. No son ergonómicas.
  • Además de las aberturas para las piernas y el sistema de sujeción, deben llevar un conjunto de correas de cierre y/o cinturón de seguridad para retener al niño dentro de la mochila.
  • Resultan prácticas para ir con el bebé por lugares donde resulta difícil empujar un carrito, como la playa o el monte. Por ejemplo, se suelen usar para hacer senderismo. Al usarlas hay que tener en cuenta que desde la altura a la que está el bebé puede coger cosas que nosotros no vemos (por ejemplo, hojas de arbustos), así que habrá que estar atento a los que nos rodea o que el otro padre vaya detrás para vigilarle.

Consejo para elegir la mochila portabebés

  1. El primer consejo es elegir la mochila portabebés adecuada al peso y edad del bebé. Es muy importante que sea ergonómica, es decir que se adapte al cuerpo del bebé, de forma que respete su posición fisiológica, es decir su posición natural de «ranita» con las rodillas altas (más que el culito) y la espalda curvada en forma de C.
  2. Después, conviene probarla y comprobar que es cómoda para el adulto y el bebé y que le sujeta bien. Hay que asegurarse de que reparte bien el peso y se puede ajustar con facilidad para no molestar al bebé.
  3. Si es de tela, conviene fijarse en que está bien cosida y no tiene tiras deshilachadas ni costuras reventadas.
  4. Si te ofrecen una mochila de segunda mano, comprueba que las cintas y los cierres están en buen estado y se ajustan bien.
  5. La mochila debe traer instrucciones y/o ilustraciones para colocarla correctamente, indicando cómo ajustar los sistemas de sujeción del niño.
  6. La mochila debe colocarse de forma que deje libre la cara del bebé y que su cuello quede flexionado.

Portabebés tipo pañuelo

En los últimos años se han puesto muy de moda los pañuelos o bandoleras de tela, que se adaptan muy bien al tamaño y la evolución del bebé.

Al principio se lleva al bebé como en una cuna, contra el pecho de la madre y más adelante se le puede llevar sobre la cadera.

Son una buena opción, pero es importante que alguien que sepa utilizarla enseñe cómo. Si no conoces a nadie puedes consultar en la Red Canguro, una asociación que fomenta el uso de portabebés ergonómico.

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