Una de las cosas que peor llevamos las madres en el posparto es el tema del sueño. Has dado el pecho a tu bebé media noche, le has cambiado el pañal, arrullado un poquito para que se duerma (la media hora larga no te la quita nadie) y cuando te da la sensación de que te acabas de dormir… vuelta a empezar. ¿Qué se puede hacer para dormir mejor en el posparto?

Seguro que estás hará de oír ese manido consejo de que duermas cuando lo haga el recién nacido. ¡Como si fuera tan fácil echarte una siesta a las 11 de la mañana con la lavadora puesta y la comida sin hacer…!  Aunque quieras desconectar… tu mente no te deja, la mayoría de las madres somos así. La realidad es que muchas veces, el propio cansancio te impide pegar ojo

Además, la bajada hormonal que hay tras el parto en los niveles de estrógenos y progesterona, dos hormonas que incitan al sueño, puede impedirnos dormir aunque el bebé lo haga como un bendito. Durante el posparto se produce una pérdida del sueño REM, es decir, se acorta la fase de sueño profundo, aquel que permite un mejor descanso.

No desesperes, hay luz al final del túnel. Y volverás a dormir varias horas seguidas. En pocos meses tus hormonas habrán vuelto a la normalidad, el bebé no necesitará comer tan a menudo, y después aprenderá poco a poco a dormir de un tirón.

5 cosas que te ayudarán dormir mejor en el posparto

Entre tanto, puedes mejorar tu descanso, y conseguir que sea más reparador, cambiando algunos hábitos:

1 Delega (un poquito) los cuidados del bebé

La ansiedad que produce a veces el cuidado del recién nacido y el agotamiento por la falta de un sueño de calidad pueden dificultar el inicio del sueño.

Tu cabeza está constantemente pensando en el bebé, es normal. Te sientes responsable y quieres cuidarle y hacerlo de la mejor manera posible, y es cierto que nadie le va a cuidar mejor que tú, que eres su madre. Pero aunque te cueste, tienes que aprender a delegar un poquito y dejar que tu pareja, la familia o incluso una ayuda externa te ayuden en algunos momentos, sobre todo con la casa, pero también con el bebé si te ves desbordada.

Probablemente, seguirás durmiendo con la antena puesta y seguirás despertándote ante el menor ruido que haga tu hijo, pero si dejas que papá también se ocupe de él y puedes comprobar que él también es capaz de cuidarle muy bien, irás relajándote poco a poco.

2. Practica el colecho (si lo deseas)

Muchas madres se relajan durmiendo con su bebé alado, así es más fácil además darle el pecho. Eso sí, si decides practicar el colecho, debes seguir unas medidas que garanticen su seguridad, como asegurarte de la firmeza del colchón, no colocarle entre los adultos, o no fumar. Si quieres saber más, pincha aquí para saber cómo hacer colecho con seguridad.

3. O usa una cuna colecho

Si te da miedo quedarte dormida y aplastar al bebé, puedes probar a usar una cuna colecho. Se sujeta a la cama de los padres a la misma altura, y así solo hay que estirar los brazos para coger al bebé, que sin embargo duerme en su propia cuna. Así puedes dormir pegada a tu hijo con total seguridad y darle el pecho más fácilmente.

4. Cambia tu alimentación

Evita tomar alimentos y bebidas con gas, cafeína y azúcar o picantes.

Para facilitar el descanso, antes de irte a la cama puedes tomar algún alimento rico en triptófano, una substancia que favorece el sueño (un vaso de leche, ensalada de lechuga…)

4 Practica ejercicio

Natación, Pilates o si es posible un paseo a media tarde… Conviene que en cuanto te sientas con fuerza, realices una actividad que te relaje y te haga sentir bien y al mismo tiempo te canse un poco. La actividad física aumenta la cantidad de sueño profundo.

5. Realiza una actividad relajante antes de dormir

Date un baño o una ducha con agua tibia antes de acostarte o práctica las técnicas de relajación y respiración aprendidas en los cursos de maternidad.

6. Habla de lo que te pasa

Comparte con tu pareja, tu madre, tu hermana o tus amigas los pensamientos y sensaciones que tienes, las cosas que te preocupan y a veces te impiden conciliar el sueño. Estás sometida a muchos cambios y hablar de ello en voz alta ayuda a trivializar los problemas

Viene muy bien  compartir la experiencia con mamás que están en tu misma situación. Si puedes apúntate a un grupo posparto

La salud del bebé es importante, pero LA TUYA TAMBIÉN. Es importante que tú estés bien para cuidarle y disfrutar de él.

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