Las contracciones de parto suelen provocar inquietud en las embarazadas primerizas, tanto por el miedo al dolor que pueden provocar, como por la duda de si sabrán reconocerlas.

Aunque  cada mujer responde de manera diferente, y no solo en general sino en cada momento de su vida, hay unas pautas generales para reconocer las contracciones de parto, pero para ello conviene conocer también cómo son las contracciones que puedes notar durante el embarazo.

¿Qué es una contracción?

La contracción es la respuesta mecánica del útero ante el estímulo que supone la liberación de determinadas sustancias durante el parto, especialmente de la hormona oxitocina.

La liberación de esta hormona hace que el útero se contraiga y se relaje a intervalos regulares pero cada vez más cortos, aumentando progresivamente su intensidad. Estas contracciones ayudan, primero a borrar (acortar) el cuello de útero y después, a dilatarlo para que la cabeza del bebé pueda atravesarlo.

Contracciones en el embarazo

En realidad, el útero contrae constantemente desde el principio del embarazo, pero no lo notamos porque estas contracciones muy suaves e indoloras y apenas se aprecian.

Contracciones de Braxton Hicks

En la segunda mitad del embarazo, a partir de la semana 26-30, algunas embarazadas pueden notar estas contracciones como una ligera tensión y endurecimiento del abdomen. A veces pueden ser un poco molestas, pero nunca dolorosas, y suelen desaparecer al descansar.

Esta contracciones se llaman contracciones de Braxton Hicks, unas contracciones «de ensayo» que preparan al útero para el esfuerzo que va a tener que hacer en el parto.

  • Estas contracciones normalmente son irregulares, sin ritmo, paran de pronto igual que como empezaron, y duran menos de 20 segundos.
  • Las contracciones de parto sin embargo, son más intensas, y regulares (cada pocos minutos) y no ceden con el reposo.

Pródromos de parto

Cuando se acerca la fecha de parto, estas contracciones de Braxton Hicks pueden volverse más intensas y frecuentes e incluso provocar molestias parecidas a los dolores de la regla. Puede haber momentos en los que puede parecer que son muy regulares (cada 20 minutos por ejemplo), pero después se espacian y desaparecen  con el reposo.

Estas contracciones se llaman pródromos del parto y ayudan a borrar (acortar) el cuello del útero. No osbtante, no todas las mujeres las notan, algunas no sienten ninguna contracción  hasta el momento del parto.

Hay que descansar y si no cesan, consultar con el ginecólogo o la matrona porque en el caso de continuar pueden producir la dilatación del cuello del útero.

A veces, más frecuentemente en las primerizas, durante esas contracciones se producir la expulsión del tapón mucoso, una sustancia gelatinosa que sella el cuello del útero para aislara al feto del exterior, otro síntoma de que el parto está cerca.

Las contracciones de parto

Las contracciones de parto se repiten rítmicamente durante más de una hora, son frecuentes e intensas, y normalmente dolorosas, duran un minuto y cada vez pasa menos tiempo entre una y otra… La tripa se pone muy dura y no ceden con el reposo ni con un cambio de postura.

El dolor es parecido al de la regla, al principio empieza como una leve molestia, luego va aumentando hasta que alcanzar un pico máximo de intensidad y después va descendiendo lentamente hasta desaparecer.

No todas las embarazadas sienten lo mismo en las contracciones. Algunas apenas acusan el dolor.

  • Algunas mujeres el dolor empieza en la parte inferior de abdomen e irradia hacia la cintura y las caderas.
  • Otras lo notan antes en la zona lumbar seguido de un fuerte pinchazo en el coxis que se extiende al vientre.

Muévete para aliviar el dolor y favorecer el parto

El movimiento favorece las contracciones. Por eso se recomienda que la embarazada se mueva y adopte posturas verticales,  ya que, además, la fuerza de la gravedad favorece el descenso del feto y la dilatación del cuello del útero.

Gracias a los planes de parto respetado, en muchos hospitales cuentan con pelotas gigantes o lianas que la embarazada puede utilizar para aliviar el dolor estando en postura vertical o aparatos de monitorización inalámbrica que controlan frecuencia e intensidad de las contracciones y el latido cardíaco del feto sin impedir los movimientos de la embarazada.

Entuertos: las contracciones del posparto

En las horas que siguen al parto, el útero tiene que contraerse de nuevo para volver a su tamaño habitual. Estas contracciones se llaman entuertos. Estas contracciones detienen la hemorragia de la herida que deja la salida de la placenta del útero y ayudan a expulsar los loquios, que son las secreciones de esta herida uterina.

Algunas mujeres no notan nada,  pero en ocasiones (más en las mujeres que ya han sido madres y sobre todo tras un parto múltiple) los entuertos resultan dolorosos.

Los entuertos suelen ser más intensos al dar el pecho, porque la succión del pezón estimula la producción de la hormona oxitocina. Por eso se dice que la lactancia materna ayuda a que el útero recupere antes su tamaño.

 

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