La piscina es una excelente opción para mantenerse en forma. Dentro del agua, el cuerpo pesa menos y podemos realizar movimientos que fuera nos costarían mucho, lo que ayuda a mejorar la flexiblidad, y la espalda y las rodillas sufren menos  presión.

El trabajo dentro del agua es el mismo (o incluso más), pero notamos menos el esfuerzo y los ejercicios son más eficaces porque el agua ofrece una resistencia que ayuda a tonificar y endurecer brazos, piernas, glúteos y abdomen.

Ejercicios en la piscina

Agustín Oliver fundador de L´ANATOMIE, un espacio de Pilates de Madrid, ofrece esta serie de ejercicios en el agua, que recomienda practicar durante unos 20 minutos, sin intervalos de descanso y al menos tres días por semana si no se va a hacer otra actividad.

1. Caminar por el agua

Para activar y calentar el cuerpo, con el agua por la cintura, recorre de un extremo al otro de la piscina, dando pasos hacia delante y después hacia atrás durante 2 minutos.

2. Correr sin avanzar

Una vez que hayas calentado, sin desplazarte por el agua,  levanta las rodillas y mueve los brazos, cómo si estuvieras haciendo running durante de 3 a 5 minutos. Si quieres más intensidad, aumenta la velocidad.

3. Sentadillas

Después, con el agua por la cintura, realiza 20 sentadillas, de la misma forma que lo harías fuera del agua.

4. Saltos

Con el agua a la altura del pecho, durante unos dos minutos realiza saltos alternando las piernas impulsándote con los pies en puntas y apoyando toda la planta al caer.

5.  Abdominales inferiores

Con el agua a la altura del pecho, apoya la espalda en la pared de la piscina y sujétate al borde con las manos, sin que haya contacto con los pies. Estira las piernas cogiendo aire y llévate las rodillas al pecho expirando. Repite de 20 a 30 veces

6. Ejercicio cardiovascular

Apoya las manos en el borde de la piscina y salta flexionando las piernas.  El nivel de dificultad variará en función de lo sumergido que esté el cuerpo. Realiza el ejercicio 15 veces

7. Bicicleta

La bicicleta es un clásico que no puede faltar en cualquier entrenamiento acuático.

Como en este ejercicio no se apoyan las piernas en el suelo, para poder flotar puede ser necesario un churro de piscina, aunque no es imprescindible si logras mantenerte a flote con ayuda de los brazos

Sin apoyar los pies en el suelo, realiza el gesto de pedalear y aumenta el ritmo poco. Cuando lleves un minuto repite el ejercicio cambiando el sentido en el que mueves las piernas

8. Para terminar: un rato de relax

Túmbate boca arriba y deja que tu cuerpo flote, realizando respiraciones profundas. Así se relajan músculos y presiones en la espalda. Este ejercicio nos ayuda a practicar. Mantente así durante 5 minutos.

¿A la piscina en el embarazo?

El agua es un medio ideal para que la embarazada realice ejercicio, porque no se acusa el aumento de peso y puede ejercitar los músculos sin apenas esfuerzo. Además, con el calor, las piernas tienden a hincharse y la circulación se ralentiza, lo que aumenta el riesgo de varices. El agua fresquita ayuda a aliviar estas molestias.

Según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid hacer ejercicio en el agua durante el embarazo ayuda a prevenir la diabetes gestacional y  controlar el sobrepeso.

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