Aunque afortunadamente la maniobra de Kristeller cada vez se realiza menos, la Asociación el Parto es Nuestro todavía sigue recibiendo testimonios de madres recientes que relatan cómo el médico hizo presión en la tripa con el codo para empujar al bebé durante el parto, una maniobra dolorosa que puede tener riesgos para la salud de la madre y el bebé. Por ello, y con motivo del 15 aniversario del Parto es Nuestro, la asociación ha retomado la campaña Stop Kristeller que hizo hace un tiempo para recordar a todas las mujeres su derecho a negarse a que se la hagan.

La maniobra de Kristeller empujar  con los puños o el antebrazo (o incluso subiéndose encima de la madre), está prohibida en otros países, como el Reino Unido y desaconsejada por la OMS, porque puede producir daños en la madre y en el bebé.

Según explican desde la Asociación El Parto es Nuestro, las consecuencias de esta maniobra pueden ser serias:

En la madre: un Kristeller puede llegar a ocasionar daños en el útero y el periné, hemorragias, rotura uterina, desprendimiento de placenta, contusiones, rotura de costillas, laceraciones y desgarros del canal vaginal, laceraciones cervicales, lesiones de los órganos internos y hematomas.

En el bebé: puede producir: hipoxia fetal, hematomas, lesiones del plexo braquial, lesiones de los órganos internos, rotura de miembros superiores, rotura de costillas y lesiones de la médula espinal

Resultados de la anterior Campaña Stop Kristeller

Cuando El Parto es Nuestro realizó la campaña Stop Kristeller para visibilizar lo que sucedía y nadie reconocía. recibieron muchos testimonios de mujeres afectadas

  • La gran mayoría, 93,5% de las entrevistadas, no fue informada acerca de la maniobra de Kristeller antes de su realización y además se les practicó sin consentimiento (en un 96,2%).
  • En un 30% de los casos la presión se ejerció de forma repetida, cuatro o más veces, con los brazos y todo el peso del cuerpo sobre la mujer, provocando dolor en el momento de la maniobra en el 55,9% de los casos.
  • En el 70% de los casos fue necesario realizar otras intervenciones:  ventosa (22,65%), fórceps (18,82%) y de cesárea (6,76%).
  • El 59,4% de las mujeres que pasaron por esta maniobra tuvo secuelas físicas: desgarros severos de segundo y tercer grado (40,31%); dolor costal (14,8%); hematomas (12,24%); fractura de costillas (4,59%); prolapso uterino (3,06%), y desprendimiento prematuro de la placenta (2,04%)
  • El 26,5% de los bebés tuvo secuelas: dificultad respiratoria (40%); fractura de clavícula  (17,78%); hematomas (15,56%); desgarro muscular y trauma encefálico (6,7%); lesiones en órganos internos e hipoxia (4,4%), parálisis de Erb y fractura de húmero (2,2%).

Para evitar que te hagan esta maniobra, lo más práctico que elabores un plan de parto donde indiques tus preferencia respecto al nacimiento de tu hijo y dejes claro que no quieres este tipo de intervenciones. Salvo que corra peligro tu salud o la de tu hijo, los profesionales deberían respetarlo.

Imagen de El Parto Es Nuestro

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