Un grupo de científicos del Instituto Wellcome Sanger, la Universidad de Newcastle y la Universidad de Cambridge (de Reino Unido) han elaborado un mapa de las primeras células que se crean en el tejido uterino que comparten la embarazada y el embrión  y que más adelante dará lugar a la placenta.

En total, los científicos han conseguido elaborar el mapa más de 70.000 transcriptomas (ADN transcrito) de células sanas recogidas entre las semanas 6 y 14 de embarazo, gracias a técnicas genómicas y bioinformáticas complejas.

La elaboración de este mapa de las primeras células de la placenta ayudará a saber qué genes modifican la inmunidad del organismo de la embarazada para que no rechace al embrión y que el embarazo transcurra con normalidad y por lo tanto, ayudará también prevenir los problemas más comunes al inicio del embarazo.

Objetivo: evitar que el organismo de la embarazada rechace al embrión

El estudio se ha centrado en el primer trimestre de embarazo porque esta etapa es crucial para la supervivencia del embrión (que a partir de los tres meses de embarazo recibe el nombre de feto), ya que se calcula que dos de cada tres abortos involuntarios suceden de forma espontánea durante el primer trimestre (muchos de ellos, pues pasan inadvertidos porque la madre todavía no era consciente del embarazo).

En las primeras semanas de embarazo, las hormonas de la madre preparan el útero para recibir al embrión e inician el desarrollo de la placenta (el órgano que nutrirá al feto a lo largo del embarazo) que se forma a partir de las mismas células que el embrión y se implanta en la pared interna del útero. Más adelante, serán las propias hormonas del feto las que le permitirán crecer dentro del útero y evitan que el cuerpo de su madre le rechace

Las células fetales de la placenta interactúan con las células de la madre para modificar la respuesta inmunitaria del organismo de la embarazada y evitar así que el organismo de la madre rechace al embrión por ser un cuerpo extraño.

Con este mapa celular se podrá saber qué genes modifican la respuesta inmunitaria de la embarazada para que no rechace al embrión,  para poder tomar así las medidas de prevención necesarias

Además, los investigadores este estudio ayudarán a entender mejor qué ocurre cuando una embaraza sufre preeclampsia o incluso cuando se produce un aborto involuntario”.

Dos de los investigadores del estudio son los hermanos españoles Roser y Miquel Vento-Tormo. Los resultados de la investigación se ha publicado en la revista Nature.

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