En el año 2008 había en España 3,84 millones de personas con discapacidad (1.420.000 de ellas en edad laboral).  A pesar de que la cifra total supone un 8,5% de la población, no hay información actualizada sobre los hábitos hábitos de salud de las personas con discapacidad y la información que hay no refleja la realidad actual.

Un estudio sobre los hábitos de salud de las personas con discapacidad, realizado por la compañía aseguradora DKV,  ha desmontado algunos mitos en torno a las personas con discapacidad, como la idea de que las personas con discapacidad van más al médico.  El estudio desvincula la relación entre discapacidad y enfermedad, pues un 65,9% de los encuestados dice ir al médico igual o menos que antes de obtener el grado de discapacidad. La realidad es que la  enfermedad puede provocar una discapacidad, pero solo en algunas ocasiones la discapacidad provoca una enfermedad.

Estudio sobre los hábitos de salud de las personas con discapacidad

En el estudio se ha evaluado el bienestar físico, emocional y el ocio de las personas con discapacidad.

Bienestar físico  de las personas con discapacidad

El 63,1% de los encuestados considera que su salud es regular, insatisfactoria o muy insatisfactoria.

La sensación es que los profesionales de la salud no tienen suficiente información sobre las necesidades e implicaciones que tiene la discapacidad en la salud.

Además, el factor económico es crucial para el acceso de las personas con discapacidad a servicios de salud.

  • Más del 34% de los encuestados afirma que este es el principal obstáculo a la hora de adquirir hábitos de vida saludable. De hecho, un  55% de las personas con discapacidad practican un deporte o actividad física de forma habitual. Pero, el 17,8% de los encuestados indica que no puede permitirse el gasto que supone realizar una actividad deportiva.

La discapacidad implica un aumento del gasto de las familias y, este coste suele suponer  una pérdida de poder adquisitivo

Bienestar emocional de las personas con discapacidad

Dos de cada tres personas con discapacidad consideran que su estado emocional es indiferente regular o malo respecto a su discapacidad.

El 55% de los encuestados dice que mantener una actitud positiva es uno de los hábitos que han adquirido para sentirse mejor emocionalmente.

El reconocimiento de la discapacidad tiene un alto impacto tanto en la persona con discapacidad como en su familia. El 68% de los encuestados declaró que la discapacidad ha tenido consecuencias en el entorno familiar y el 62,3% dice que la familia pasó por momentos emocionales difíciles.

Sin embargo, aunque actualmente la discapacidad se vive de otra forma, sigue existiendo cierta resistencia y prejuicios para acceder a servicios psicológicos o de salud mental.

En el ámbito laboral, el 64,7% de estas personas han trabajado desde que les fue diagnosticada la discapacidad, aunque el proceso de inserción laboral suele ser largo (en un  49% de los casos,  superior a dos años).   Además, un  44,9% dice haber perdido oportunidades laborales por falta de accesibilidad o adaptación del puesto de trabajo a sus necesidades.

La mayoría de las personas con discapacidad prefieren trabajar si su salud o la discapacidad se lo permiten. Un  41,5 % trabaja actualmente y un 11,5% está buscando un empleo. Un 31,7% afirma que trabajar les mantiene positivos.

Ocio de las personas con discapacidad

El ocio y la vida social son s tan importantes para la salud como la dieta saludable y la actividad física.

Un 43% de los encuestados reconocer tener menos vida social que antes del reconocimiento de su discapacidad.

Un  42,5% afirma que el tiempo y apoyo de la familia tiene un efecto positivo en ellos, y un 35,3%, dice que pasar tiempo con sus amistades les ayuda a tener una mejor salud emocional.

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