La fiebre en los niños es el motivo más frecuente de las consultas y urgencias pediátricas, aunque, en realidad, muchas veces no es motivo suficiente para llevar al niño al médico.

La subida de la temperatura corporal es un síntoma de que algo no va bien. Por eso, los  padres nos preocupamos cuando nuestros hijos tienen fiebre. La inquietud suele ser mayor con el primer hijo (con los siguientes tienes experiencia y muchas veces intuyes que no es grave) o si se trata de un bebé que no sabe decirnos que le pasa.

Fiebre en niños: cuándo es peligrosa

En muchos casos la fiebre no es peligrosa, ni síntoma de un cuadro médico grave, ni precisa atención médica urgente. Pero, ¿cómo saberlo?

El  Dr. Roi Piñeiro, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba, de la Comunidad de Madrid explica “aunque la fiebre indica que algo no va bien, y es generalmente efecto de una infección, no tiene por qué implicar urgencia. Para saber si se puede esperar,  la clave  no es tanto la temperatura, sino el estado general del  niño”.

Se puede esperar a ver cómo reacciona:

El especialista indica que si el niño  tiene fiebre, pero está contento y parece que no está malo, situación que, por suerte, es la más habitual en los pequeños, se puede esperar un tiempo razonable de 24-48 horas para ver cómo evoluciona.  Es importante usar un termómetro adecuado para bebés. Si no sabes cuál elegir puedes informarte sobre las características de los diferentes modelos en esta web. Si la temperatura continúa alta, se debe consultar entonces al pediatra.

Hay que llevarle al pediatra:

  • Si el niño se encuentra adormilado, no tiene fuerzas o su coloración es pálida o grisácea, o su estado general está afectado, hay que llevarle al pediatra.
  • Cuando un bebé de menos de tres meses  tiene fiebre, hay que llevarle al pediatría siempre, independientemente de cómo se encuentre.

Cuidado con lo que lees en internet (hay muchos falsos mitos sobre la fiebre)

Según explica el experto del Hospital de Villalba, el miedo a la fiebre es un problema generalizado desde hace años que, además de la preocupación y ansiedad que genera, «ocasiona reiteradas e inútiles consultas médicas por parte de los padres, y a menudo también repercusiones a nivel laboral y personal, y a tratamientos antipiréticos agresivos e innecesarios, no exentos de efectos secundarios y errores de medicación«.

El problema se ha agravado en la era de la información que vivimos, ya que las redes facilitan la propagación de los falsos mitos sobre la fiebre, a través de internet . “En Internet hay demasiada información falsa,  y es importante saber dónde buscar, en fuentes fiables”, explica el experto.

Falsos mitos sobre la fiebre

La forma de tratar la fiebre ha cambiado pero todavía circulan muchos falsos mitos que en lugar de ayudar a bajar la fiebre pueden empeorar los síntomas o provocar otros.

Estos son los más extendidos, según explica el doctor

1. Meter al niño en una bañera helada y obsesionarse con pasar de 40ºC a 36ºC en menos de una hora.

El pediatra explica que “esto es peligroso y puede, además, generar una convulsión o un síncope febril”.

2. Aplicar paños fríos o baños para tratar la fiebre

El pediatra explica que actualmente esta recomendación está desaconsejada por la mayoría de las sociedades científicas pediátricas porque no es útil y, además, podría incluso incrementar la temperatura central por provocar vasoconstricción cutánea.

3. Pensar que el tratamiento precoz de la fiebre evita la aparición de las convulsiones febriles

Según explica el pediatra se ha demostrado que los antitérmicos no sirven para prevenir la aparición de las convulsiones.

4. Tratar siempre la fiebre con antitérmicos, aunque el niño se encuentre bien

Según explica el pediatra “el objetivo es eliminar el malestar que ocasiona la temperatura corporal elevada, pero no bajar la fiebre que, sin embargo, es un mecanismo de defensa y colabora en la resolución de los procesos infecciosos”.

5. Alternar varios medicamentos para que el efecto antitérmico sea más potente

Según explica el pediatra, esta práctica puede favorecer  la aparición de efectos secundarios y errores de dosificación.

 

3 Comentarios

  1. David Floren

    A mi gordi en varias ocasiones le he dado apiretal en la proporción ideal y por ahora no hemos tenido que ir al pediatra. Lo primero es ir al doctor de mi cuadro medico y seguir sus indicaciones

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    • Mujer y MADRE hoy

      Entiendo que las dosis te las indicó el pediatra en una consulta previa. Por prudencia antes de medicar a los niños conviene consultar al médico.

      Responder
  2. Eva

    Desesperada

    Responder

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