En cuanto empieza a hacer frío, los padres sumamos una nueva preocupación a las que ya tenemos normalmente sobre el sueño de nuestros hijos: que pasen frío.

Y es que una de las claves para que un niño duerma bien es que la temperatura del entorno sea adecuada. Lo ideal es que la temperatura de la habitación ronde los 18-21 grados centígrados. Por encima o por debajo de este umbral, el sueño se interrumpe más y es menos reparador.

El problema es que la calefacción reseca mucho el ambiente y en consecuencia, las mucosas de la nariz y la garganta, lo cual puede dificultar la respiración nocturna y facilitar la proliferación de bacterias e  infecciones respiratorias en los niños.

El problema es que los niños se mueven tanto que es habitual que se destapen y tanto de pequeñitos como más adelante, no es recomendable usar pinzas para sujetar la ropa de cama: de bebés, porque aumentan el riesgo de muerte súbita del lactante y en general siempre, porque limitan la libertad de movimientos.

Hay otras soluciones más eficaces y cómodas para evitar que los niños se destapen, como los saquitos para bebés y los sacos nórdicos infantiles.

La opción para evitar que se destapen los niños: el saco nórdico infantil

Los sacos nórdicos, llamados así porque se empezaron a utilizar en los países del norte de Europa más fríos, son muy útiles para que los niños no cojan frío por las noches. Pero también sirven para evitar que los niños se caigan de la cama.

Los sacos están formados por dos piezas de tela cosidas por tres lados, a modo de saco, y abiertas por el cuarto lado para introducir el relleno nórdico. A diferencia de las fundas nórdicas, van unidos (mediante una cremallera) a una sábana bajera que se ajusta con gomas al cochón.

El niño se mete entre la sábana bajera y el saco y, una vez que se sube la cremallera, es casi imposible que se destape o se caiga de la cama por mucho que se mueva.

Además, el relleno del saco nórdico se puede sacar para lavar tanto este como la funda. Y existen diferentes tipos y  grosores de relleno, para poder elegir el más adecuado en cada estación o zona climática. Incluso el propio saco se puede usar sin funda en verano, lo que evita tener que comprar una colcha diferente para cada estación del año.

Para ampliar información sobre los sacos nórdicos infantiles puedes hacer click aquí.

Opciones para evitar que se destapen los bebés

Saquitos para bebés

En el mercado hay diferentes modelos de saquitos para bebés, de tejido suave y calentito, que normalmente se abrochan a la altura de los hombros y les dejan los bracitos libres para que puedan moverse a su antojo, útiles hasta aproximadamente los dos años.

Sábana fantasma

También llamada sábana de seguridad, porque evita que el bebé se caiga de la cuna o la cama, es  una sábana bajera que se ajusta con gomas al cochón y tiene tres orificios: uno grande con cremallera, para meter al pequeñín y dejarle fuera el cuello y  la cabeza, y dos a los lados para que pueda sacar los bracitos. Yo la recomendaría para bebés un poco grandecitos, pues puede agobiar un poco. Por ejemplo, mi hijo mediano la usó desde los ocho meses.

Puede ser una buena opción  si el niño la tolera bien. Mi hijo mediano, que tenía un sueño muy tranquilo,  la utilizó sin problemas durante casi dos años, pero la pequeña, que se movía más, la usó muy poco porque no se sentía cómoda con ella.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte si te gusta