En las seis semanas que siguen al parto,  un periodo que se conoce como puerperio o cuarentena, los órganos del cuerpo de la madre que se han transformado durante el embarazo tienen que regresar a su estado anterior. El útero tiene que volver a hacerse pequeño, hay que eliminar el exceso de líquido retenido, etc. Todos estos  cambios pueden ocasionar algunas molestias en el posparto.

De algunas molestias posparto, como los entuertos (que son contracciones que ayudan a que el útero vuelva a su tamaño original) o el dolor en el pecho se habla mucho. Pero hay otras «más raras» de las que no se habla tanto y que pueden sorprender o preocupar a la madre reciente. Son normales y suelen remitir solas, no obstante, ante la menor duda siempre es conveniente consultar las molestias con la matrona del centro de salud.

10 molestias del posparto un poco raras, pero normales

1. Es posible que sudes mucho, sobre todo de noche

Los cambios hormonales y la lactancia suelen elevar la temperatura corporal. En los  días que siguen al parto es habitual sudar mucho, sobre todo de noche. Es una forma de eliminar los líquidos que se retienen al final del embarazo.

2. Puede salir un hematoma en el periné

A veces, como consecuencia del esfuerzo del parto puede aparecer un hematoma en el periné que ocasiona molestias al sentarse. Se suele aliviar con frío local, pero por prudencia conviene consultarlo con la matrona del centro de salud para que lo valore y si es necesario recomiende un analgésico.

3. Puede haber pérdidas de orina

El peso creciente del feto y el esfuerzo del parto debilitan la musculatura del suelo pélvico. Para evitar que ocurra se aconseja realizar, durante el embarazo y en realidad a lo largo de toda la vida los ejercicios de Kegel que fortalecen los músculos del suelo pélvico.

Cuando la musculatura pélvica queda muy distendida la madre reciente puede sufrir pérdidas de orina al toser, reírse o hacer un esfuerzo (es lo que se llama incontinencia urinaria de esfuerzo).

El problema suele remitir practicando los ejercicios específicos que fortalecen el periné. Si no es así, conviene consultar con la matrona por si fuera necesario seguir una terapia más intensa.

4. Puedes sentirte muy muy cansada

En los días o semanas que siguen al parto muchas mujeres sufren una ligera anemia a consecuencia de la sangre que han perdido en el parto, sobre todo si ya existía anemia previa en el embarazo. Se trata con suplementos de hierro.

A este déficit se suman los cambios hormonales y el cansancio físico por el esfuerzo del parto y el cuidado del bebé, pues las tomas frecuentes impiden dormir más de tres horas seguidas, las continuas visitas que vienen a conocer al bebé con la mejor intención, agotan, etc.

4. Es posible que te sientas triste sin motivo

El descenso hormonal que se produce después del parto puede ocasionar cambios de humor repentinos que sumados al cansancio, las molestias del puerperio y el sueño interrumpido por el cuidado del bebé pueden producir un abatimiento pasajero. Es muy importante contar con el apoyo de la pareja y la ayuda de la familia.

5. Es habitual notar la herida de la cesárea como acorchada

Después de una cesárea es normal que la zona de la incisión se note acorchada y tirante, y que esté como abultada. La sensibilidad puede durar varios meses, sobre todo si es la primera cesárea (si ha habido otra previamente, ya no se nota casi).

6. Seguirás teniendo tripa un tiempo

Aunque se pierden entre 6 y 8 kilos durante el parto, la tripa no desaparece de golpe con el parto. El  cuerpo tarda tiempo en volver a su tamaño original y además, el cuerpo tiene que expulsar el líquido que ha retenido en el embarazo.

La mayoría de las mujeres vuelven a su peso habitual entre 6 y 12 meses después de dar a luz. La lactancia ayuda a perder peso

7. Los loquios irán cambiando de color

Tras el parto, la madre reciente tiene pérdidas de sangre por la vagina que ayudan a vaciar y limpiar el útero. Estas secreciones se llaman loquios y duran de 15 a 30 días (normalmente menos en caso de cesárea) y disminuyen progresivamente hasta que acaban por desaparecer espontáneamente.

Los primeros días los loquios son de color rojo intenso y es normal expulsar algún coágulo; después tienen un tono más marrón. Tienen un olor característico, que no llega a resultar desagradable.

Si el sangrado es demasiado abundante o desprende un olor fuerte, conviene acudir al médico. Podría ser una señal de infección. En este caso, también suele subir la fiebre.

8. Pueden salirte hemorroides o empeorar si ya los tenías

En el embarazo, la presión que ejerce el feto sobre la circulación sanguínea aumenta el riesgo el riesgo de sufrir hemorroides.

Las hemorroides son pequeñas dilataciones de las venitas que hay cerca del ano. Pueden llegar a romperse y sangrar.

Las hemorroides pueden agravarse tras el parto por los esfuerzos realizados durante el expulsivo o si hay estreñimiento (un problema habitual en los días que siguen al parto), ya que el intestino puede tardar un tiempo en recuperar su ritmo. Para prevenirlas es importante seguir una dieta rica en fibra.

Se alivian con baños de agua fría (no se debe aplicar hielo directamente pues se podría quemar la piel). El médico o la matrona pueden recomendar una pomada que ayude.

9. Puedes tener la sensación de que se te cae mucho pelo

No es que se caiga más pelo, lo que ocurre es que durante el embarazo las hormonas estimulan el crecimiento del pelo y apenas se cae.

Después del parto, el ciclo capilar se normaliza y se pierde todo el pelo que no se ha caído antes. Es temporal y no tiene mayor importancia.

10. Es posible que se te «duerman» las manos

Por la noche puede aparecer sensación de hormigueo y entumecimiento de las manos debido a la retención de líquidos sumada a la presión que acusan los nervios de los brazos al coger al bebé. Es un trastorno sin importancia y que remite a los pocos meses. Puedes ampliar información en el artículo Por qué se duermen las manos en el posparto y cómo prevenir el molesto hormigueo

Tienes más información en el artículo Cambios en el posparto.

Photo by Sanutri, alimentación para tu bebe

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