El 8 de mayo es el Día Mundial del Cáncer de Ovario, la cuarta causa de muerte por cáncer en las mujeres en España. Según ha indicado la coordinadora de la Unidad de Lactancia del Hospital Quirónsalud de Valencia (recientemente galardonado por la Asociación Internacional de Consultores de Lactancia):  «existen evidencias científicas de que las mujeres que amamantan presentan una menor incidencia de cáncer de ovario«. Además, a lactancia materna también disminuye el riesgo de sufrir cáncer de mama, diabetes en la mujer e hipertensión en la menopausia.

Aunque el cáncer de ovario no es muy frecuente (cada año se diagnostican 3.200 nuevos casos), suele ser agresivo porque 7 de cada 10 se detectan en fase avanzada, ya que es un poco difícil de diagnosticar porque al principio sus síntomas son inespecíficos y pueden confundirse molestias abdominales parecidas a una indigestión. Así que todas las medidas que se tomen para prevenirlo son importantes y saber que el embarazo y la lactancia materna ayudan a prevenirlo es una buena noticia.

Diagnóstico y síntomas del cáncer de ovario

El tramo de edad de mayor incidencia de cáncer de ovario está entre los 55 y los 65 años

Conviene consultar con el médico si se presentan estos síntomas:

  • Hinchazón abdominal por la acumulación de líquidos que puede acompañarse de molestias en la zona inferior
  • Aparición de bultos en el abdomen
  • Cambios en el ritmo intestinal
  • En ocasiones, la aparición de hemorragias vaginales entre ciclos menstruales o en mujeres menopáusicas.

Tratamiento

El cáncer de ovario se trata con cirugía, realizada por un ginecólogo experto en cirugía oncológica de cáncer de ovario, y habitualmente también con Quimioterapia Intraperitoneal Hipretermica (HIPEC), realizada por un equipo de oncólogos, ya que según explica el doctor Pedro Cascales, coordinador del Grupo Español de Cirugía Oncológica Peritoneal (GECOP), y especialista del Hospital Quirónsalud Murcia, el 70% de los cánceres de ovario se detectan en una fase avanzada.

Según un ensayo clínico publicado en la prestigiosa revista científica The New EnglandJournalof Medicine el pasado mes de enero,  la utilización de HIPEC (administración de quimioterapia en la cavidad peritoneal, potenciando su efecto con calor),  aumenta la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario epitelial en estadio III sin añadir complicaciones al procedimiento quirúrgico.

El tratamiento con HIPEC permite aplicar alta intensidad de dosis de quimioterápicos, focalizada en la zona afectada. Ahora bien el uso de esta técnica precisa centros de alta capacitación, con equipos multidisciplinares y una alta especialización en cirugía oncológica, al tratarse de una técnica muy compleja.

Además, según explica el doctor Pedro Bretcha, presidente de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ) y especialista en oncología quirúrgica en el Hospital Quirónsalud Torrevieja, «el uso de la tecnología es importante, pero lo que se requiere sobre todo es una visión multidisciplinar del cáncer, con un equipo especializado, puesto que el tratamiento de la enfermedad no puede dejarse exclusivamente en manos de un cirujano, de un oncólogo o de un ginecólogo, sino que se debe llevar a cabo de forma consensuada y adaptada a cada paciente».

Fuente: Quirónsalud

 

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