En los bebés, las fases del sueño son diferentes a las del adulto. Es la razón, junto con el hambre que explica por qué los bebés se despiertan tanto. Si conoces cómo funcionan estas fases de sueño en tu bebé, te será más fácil ayudar a  tu bebé a dormirse cuando se despierte a media noche.

Las fases del sueño

El sueño de los seres humanos se divide en dos fases: NoREM y REM que configuran ciclos completos de sueño que se repiten varias veces a lo largo de la noche.

Las fases del sueño en los adultos

En los adultos, el cuerpo y la mente se van desconectando lentamente a lo largo de tres etapas (1, 2, 3) que configuran la fase de sueño NoREM, de forma que al final, el cuerpo entra en una fase de sueño profundo.

En esta fase NoREM, el cuerpo descansa y recupera energía, la respiración es calmada y la frecuencia cardiaca lenta.

Después, el sueño entra en la fase REM, llamada fase de sueño activo, que se caracteriza por una gran actividad mental: en ella se fija en la memoria de lo que se ha aprendido durante el día y se producen los sueños.

En esta fase, la respiración es más irregular y rápida, nos movemos más y se puede observar cómo se mueven los ojos bajo los párpados. De ahí viene su nombre REM (siglas de Rapid Eye Movement: «movimiento acelerado de los ojos»).

Los adultos alteramos indistintamente la fase REM con la fase NREM de sueño profundo, pero los bebés pasan más tiempo en la fase REM que se caracteriza por una gran actividad mental, necesaria para el desarrollo de su cerebro. Además, el ciclo completo de sueño, que en los adultos duran como hora y media, apenas alcanza la hora en los bebés.

Las fases del sueño en el bebé

Los bebés inician el sueño en la fase REM.

En la fase REM es habitual que el bebé mueva bruscamente brazos y piernas y haga muecas con la cara o ruiditos. También se puede ver cómo mueve los ojos bajo los párpados, a menudo con los ojos semiabiertos. Por eso, a menudo, el inicio del sueño se acompaña de estos movimientos, que no se deben confundir con cólicos o malestar.

Este período de actividad puede durar alrededor de 20 minutos y se puede repetir a lo largo de la noche con una periodicidad de unos 50 minutos.

Puede darnos la impresión de que el bebé no está descansando bien, pero no es así, es parte de su maduración y por ello, aunque parezca que está agitado en principio, lo mejor es no intervenir. No pasa nada porque el bebé esté balbuceando un ratito en su cuna. Si intervenimos, podemos espabilarle y entonces le costará más volver a conciliar el sueño. Si esperamos un poco, es muy probable que deje de hacerlo en un rato y vuelva a tener un sueño tranquilo.

Ahora bien, si los balbuceos se transforman en llanto, entonces hay que atender al bebé cuanto antes: comprobar qué le pasa (si tiene hambre o el pañal sucio, o si simplemente necesita mimos) y calmarle, acariciarle y, en la medida de lo posible, cuando esté a punto de quedarse dormido, dejar que él solito termine de conciliar el sueño en su cuna.

¿Por qué los bebés se despiertan tanto?

Los despertares de los bebés suelen coincidir con los cambios de ciclo de sueño, que en su caso son mucho más frecuentes. En realidad todos, también los adultos nos medio despertamos entre un ciclo y otro, pero normalmente no somos conscientes de ello ni lo recordamos al día siguiente porque salvo que exista un problema de sueño, volvemos a dormirnos fácilmente

Cuando el bebé se despierta, entre la fase NREM y la REM, le cuesta volver a dormirse porque ha descansado físicamente, pero sin embargo se muestra irritable porque no ha disfrutado del sueño REM.

Aunque los ciclos se regulan a medida que el bebé crece, todos los niños siguen despertándose por la noche, pero muchos se duermen enseguida al encontrar las circunstancias que asocian al sueño (su cuna, un peluche), que le dan seguridad. Por eso, es importante que el bebé se duerma en el lugar donde vaya a permanecer toda la noche. Si se duerme en la silla de paseo o en brazos, cuando se despierte entre una fase y otra, buscará el entorno en el que se durmió y si no lo encuentra es más fácil que se desvele

Consejos para mejorar el sueño del bebé y ayudarle a dormirse 

  • Procura acostar a tu bebé todos los días a la misma hora en un ambiente oscuro y tranquilo después del mismo ritual, por ejemplo: baño, pecho, mimos, cuna…
  • Viene bien introducir en su rutina de sueño un objeto de consuelo: un trapito, una mantita suave, que le transmitan seguridad cuando no estás cerca. Ahora bien, en los primeros meses es mejor que no introduzcas en la cuna objetos grandes que puedan sofocar al bebé por el riesgo de muerte súbita.
  • Atiende a tu bebé cuanto antes cuando se despierte, para darle seguridad. Si sabe que estás ahí, siempre, dormirá más tranquilo
  • Si decides dormir con él en la misma cama, ten en cuenta las algunas medidas de seguridad que hay que seguir para hacer colecho.
  • Las condiciones que rodean al bebé cuando se duerme deben permanecer cuando se despierte. Si se duerme con la luz encendida y cuando se despierta está apagada, la extrañará. Para evitarlo, puedes usar una luz quitamiedos.

Asesor: Doctor Gonzalo Pin, jefe de Pediatría del Hospital Quirón de Valencia y portavoz experto en sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

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1 Comentario

  1. Virginia

    Muy interesante lo referente las fases del sueño.
    Y excelentes consejos.
    La rutina es imprescindible, no me he dado cuenta realmente hasta que me he convertido en madre.
    Y el mítico truco de abuela, cansarlos por la tarde, pero no demasiado.
    Un abrazo!

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