En verano los niños se pasan el día dentro del agua. La humedad aumenta el riesgo de sufrir otitis externa, también conocida como otitis de la piscina u otitis del nadador.  La otitis externa es una inflamación del conducto auditivo externo provocada habitualmente por una infección.

Según explica el doctor José Luís Día Rodríguez, pediatra del Hospital, Quirón Salud Campo de Gibraltar, “las principales causas de la otitis externa  son la humedad y las alteraciones de la piel del conducto auditivo externo, que favorecen que la flora habitual prolifere en exceso y provoque la infección”.

El síntoma principal es el dolor de oído, que puede ser muy intenso y se acentúa al presionar la oreja. Suele afectar a un solo oído, aunque hasta un 10% de los casos  afecta a los dos. Ahora bien, no es una enfermedad contagiosa.

Se estima que un 10% de la población padece otitis externa en algún momento de su vida, con un pico de incidencia en la infancia, entre los 7 y los 12 años, sin diferencias entre sexos.

Consejos para prevenir la otitis de la piscina

Según explica el experto, las medidas preventivas para evitar la otitis de las piscinas o la playa son las mismas que se siguen para un correcto cuidado de los oídos:

  • No introducir nada en el conducto auditivo: ni  bastoncillos, ni clips, ni horquillas…etc. ya que dañan la piel y favorecen la otitis. El conducto auditivo tiene su propio mecanismo de auto-limpieza.
  • Al salir de la piscina, el mar o la ducha, sacudir la cabeza para que salga el agua que haya podido entrar en el oído.
  • No sumergirse en aguas contaminadas.
  • Secar y limpiar el conducto auditivo con un paño fino o una toalla envuelta alrededor del dedo meñique. Con los niños propensos a sufrir otitis externa se puede utilizar secador de pelo a baja temperatura, alejándolo unos centímetros del oído. En el mercado se pueden encontrar secadores pequeños con batería diseñados para este uso.
  • Evitar el uso prolongado de tapones para los oídos.
    • Solo deberían utilizarse en anomalías anatómicas que dificultan que el agua salga del conducto con los consejos anteriores, en conductos auditivos con especial sensibilidad a los productos para el tratamiento de las piscinas o en oídos con perforación timpánica.
    • No deben ser de plástico, ya que el roce del plástico puede dañar la piel del conducto auditivo externo. Es mejor que sean de silicona o polivinilo.
    • Es importante que se ajusten perfectamente al conducto para no permitir el paso de agua. Se deben limpiar o desechar cada vez que se empleen.
  • Si aparecieran los primeros síntomas (picor, dolor, etc.), el niño no debe bañarse ni lavarse la cabeza.

Tratamiento de la otitis

  1. La primera y parte fundamental del tratamiento -explica el experto- es evitar que se moje el conducto auditivo.
  2.  El médico suele recetar un tratamiento antibióticos en gotas, que en muchas ocasiones, se complementa con antiinflamatorios tipo corticoesteroides. Es necesario finalizar el tratamiento, que suele durar 6-7 días, aunque el dolor haya desaparecido.
  3. Es importante no rascarse el oído, no utilizar bastoncitos, ni objetos punzantes como clips u horquillas, porque lesionan la piel macerada y retrasan la curación.
  4. El hecho de que hayan desaparecido los síntomas no significa que la infección se haya curado. Si el niño no se ha curado del todo y se expone al contacto del agua, puede recaer. Es importante seguir las indicaciones del pediatra sobre la conveniencia de bañarse o no.

Fuente: Hospital Quirón Campo de Gibraltar

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