La llegada del bebé supone también la llegada de un montón de objetos a nuestra vida que no son precisamente pequeños: cochecito, bañera, trona, hamaca, moisés, cangurito o mochila, sacaleches, biberones, vajillas de plástico…  ¿Qué necesita el bebé realmente y qué se puede sustituir por algo más sencillo? ¿Dónde y cómo guardarlas?

Si no lo has hecho en el embarazo, puedes aprovechar la baja maternal para reorganizar el espacio en casa.

Qué cosas necesita el bebé de verdad

El cuarto del bebé

Lo habitual  y más práctico para poder darle el pecho a demanda y atenderle cuanto antes si llora, es que el bebé duerma en el dormitorio de los padres durante los primeros meses. Muchos padres optan por meter al bebé en su cama. Aquí puedes consultar los consejos para hacer un colecho seguro.

Durante los primeros meses el bebé está más recogido en un moisés. Este accesorio es cómodo porque se puede mover por la casa, pero se usa pocos meses. Antes de que te des cuenta, tendrás que pasar al bebé a la cuna. A mí me lo prestaron con mis dos hijos pequeños y me vino bien, pero me apañé perfectamente sin él con el primero, que se echaba unas siestas estupendas en la hamaquita (pues me gustaba tenerle conmigo en el salón y la cuna estaba en nuestro cuarto).

Por lo tanto, inicialmente, en el cuarto del bebé solo necesitas una cuna y un mueble con cajones para guardar la ropita del bebé. Mi consejo es que no te lances a comprar cosas, pues irás viendo lo que necesitas conforme crezca tu bebé. Y por ejemplo, si tienes otro hijo pronto es posible que tus necesidades cambien.

Hay muebles que crecen con el niño, como cunas con cajones incorporados que se transforman en cómoda más cama al quitar los barrotes, que ayudan a salir del paso hasta que el niño necesita más cosas y pide un dormitorio de mayor.

Idea para guardar las cosas del bebé y ganar espacio

  • En las puertas de los armarios por dentro puedes colgar bolsas de malla (de las que se utilizan para meter ropa delicada en la lavadora) para guardar prendas pequeñas como guantes y gorros en invierno y las gorras y bañadores en verano.
  • Puedes utilizar cajas de plástico transparentes para guardar cosas que utilices poco (o la ropa crecedera que te han regalado) debajo la cama.

Accesorios para el aseo del bebé

La bañera con cambiador es un accesorio muy útil para bañar (y cambiar el pañal) al bebé a una altura adecuada de forma que la espalda del adulto no sufra. Pero es grande, así que si no tienes espacio, hay otras opciones muy válidas para bañar al bebé: hamaquitas para la bañera que se pueden usar desde recién nacido, bañeras ergonómicas (incluso con forma de cubo para recordar al bebé el útero materno), bañeras hinchables e incluso plegables. Puedes ampliar información en este artículo sobre el baño del bebé

Cuando nació mi hija, tenía una bañera cambiador de mis dos hijos mayores, pero la usé muy poco tiempo porque al ser cinco en casa ya no había espacio donde dejarla. Me apañé estupendamente, primero con una bañerita hinchable y después con otra plegable que me duró  cuatro años. Con mi segundo hijo, sin embargo, utilicé mucho el aro de baño, pues le bañaba a la vez que su hermano.

Para guardar los jabones y esponjas puedes usar una bolsa de rejilla de las que se sujetan a los azulejos del baño con ventosas. También conviene poner una percha para tener a mano la capa de baño o toalla al sacar al bebé de la bañera ya que no hay que soltarle en ningún momento.

Si no tienes un mueble cambiador para cambiar el pañal, puedes usar un cambiador portátil gordito con protectores laterales. Yo lo colocaba sobre la mesa del salón, para que mi espalda no sufriera.

Accesorios para alimentación del bebé

Antes de que te des cuenta, tendrás que hacer sitio en la cocina para guardar biberones, termos, vasos adaptados, cuencos y platos de plástico. Y también, proteger con cierres de seguridad los muebles que queden a la altura del bebé, pues en cuanto empiezan a gatear les encanta investigar todo lo que queda a su altura, aunque lo ideal es evitar que entren en la cocina, colocando una barrera en la puerta. Hay barreras plegables muy útiles que se pueden llevar a cualquier sitio.

  • Si tienes poco espacio en la cocina, puedes utilizar el horno para guardar las sartenes o las tapas de cacerolas.

La lactancia materna requiere pocos accesorios, pero si sigues dando el pecho cuando vuelvas a trabajar y tienes que sacarte la leche, necesitarás un sacaleches y recipientes adecuados para guardar la leche materna.

  • En los laterales de la butaca o el sillón donde des el pecho a tu bebé, puedes colgar unas bolsas de tela para guardar los discos de lactancia, gasas o baberos.

Cuando empieces con la alimentación complementaria, necesitarás un asiento para dar de comer al bebé.

La trona alta es útil, pero un poco aparatosa, aunque hay modelos que luego se convierten en mesa y silla bajitas que el bebé podrá usar cuando crezca.

Como opción, puedes usar una trona portátil. Hay tronas para colgar de la mesa (siempre que esta sea suficientemente estable, de lo contrario con el peso del niño la mesa podría vencerse y caer con el niño), tronas hinchables, plegables, etc.  Al principio puedes dar de comer al bebé en la hamaquita y más adelante también en la silla de paseo.

  • En cualquier caso, te aconsejo que coloques un plástico o un hule debajo de la trona, pues enseguida el bebé querrá comer solo (lo cual es estupendo) y lo pondrá todo perdido.

Un espacio para jugar

Durante los primeros meses resulta muy útil contar con una gandulita o hamaca con respaldo reclinable, para poder tener al bebé cerca en cualquier parte de la casa.

En cuanto el bebé empiece a mantenerse sentado, conviene prepararle un rincón de juego, cerca de un lugar donde tú estés (porque querrá estar contigo, y tú con él) donde pueda permanecer rodeado de sus juguetes de forma segura.

Hay quien utiliza el clásico corralito para tener al bebé más controlado (en ese caso es mejor optar por una cuna-parque que también servirá para que el bebé duerma en los viajes), pero no conviene dejar al bebé mucho tiempo dentro porque resta movilidad.

Otra opción que da más libertad de movimientos al bebé, es proteger una parte del salón, donde la familia suele pasar más tiempo, con una alfombra blandita para bebés o un puzzle grande de goma Eva y rodearlo con muebles.

Casa segura

Conviene revisar la casa con los ojos de un bebé, y desde su altura, esto es a gatas, para calcular los peligros que puede encontrar cuando comience a moverse.

  • Habrá que poner cierres de seguridad en puertas y cajones y protectores en las esquinas y en los bordes de los muebles.
  • Protege los enchufes y quita de su alcance cables y lámparas de sobremesa
  • En la cocina y el baño hay muchos peligros para el bebé: objetos cortantes, productos de limpieza, medicamentos.  Para evitar que pueda acceder a ellos conviene guardarlos en muebles altos o utilizar cierres de seguridad.
  • No coloques la cuna ni sillas o mesas a los que se pueda subir cerca de la ventana.
  • Si tienes cortinas largas conviene que las guardes durante un tiempo y las sustituyas por cortinas cortas que el peque no pueda alcanzar o un estor que se puede recoger.
  • Usa protectores en los enchufes de toda la casa.
  • Cuando los bebés caminan y descubren lo divertida que puede ser agua, sienten fascinación por el váter y el bidet. Existen protectores para mantenerlos cerrados.
  • Además, si en casa hay alguna mascota habrá que prepararla para la llegada del bebé y cuando el niño empiece a moverse solo extremar la limpieza de la casa.

Vector de Bebé creado por freepik

 

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