Tras el establecimiento del estado de alarma, por la pandemia del Coronavirus el hanstag #Yomequedoencasa se ha convertido en una obligación para una gran mayoría de españoles. Si hay algo que tendremos ahora las familias que tenemos a los hijos en casa en estos días es tiempo para estar con nuestros hijos de verdad.

Se avecinan días difíciles, de preocupación e incertidumbre por la pandemia que la noche a la mañana ha cambiado por completo nuestras confortables y organizadas vidas, pero también de miedo a no saber qué hacer tantos días metidos en casa, más aún si tenemos niños pequeños que necesitan desfogarse.

Como todos, por conciencia y ,sobre todo solidaridad por los grupos de riesgo que pueden verse seriamente afectados por el Coronavirus  y todo el personal que trabaja en la Sanidad, que se está poniendo en juego su salud para cuidar la nuestra:  #Yomequedoencasa.

Para mí, de momento es relativamente fácil y eso que quien me conoce sabe que soy muy muy callejera. Pero tengo dos ventajas: 1) Esta web que absorbe (con pasión) gran parte de mi tiempo y  2) Que en casa somos 5 y estoy muy acompañada, aunque mi marido no está exento de trabajar y está saliendo a diario.

Pero, como a todos, se me hace duro no poder ver a mis padres, a mi hermano, a mis amig@s, no poder ir  al gimnasio, dar un paseo por el parque o ver los partidos de Vóley de mi hija… Aunque sé que si lo hacemos bien, todo eso volverá y lo disfrutaremos aún más, porque le daremos un valor que hasta ahora muchas veces no sabíamos darle metidos como estábamos en nuestra vorágine diaria.

Si hay algo que vamos a tener ahora todos es tiempo…

Pero ahora,  para salir de esta no nos queda otra que quedarnos dentro (los que puedan) y organizarnos para pasar esta etapa de forma que, en la medida de lo posible, saquemos algo bueno de ella dentro de la gravedad que la caracteriza, aunque al mismo tiempo nuestro corazón esté encogido por esos familiares amigos y conocidos que están pasando este aislamiento en solitario. Desde aquí les mando mucha fuerza y cariño virtual. Ánimo; si lo hacemos bien, todo  pasará.

Para las familias que tenemos a los hijos en casa, este aislamiento obligado es una oportunidad de estar con nuestros hijos DE VERDAD. Y digo de verdad, porque muchas veces, el día a día suele ir tan rápido que a menudo no tenemos tiempo de pararnos a jugar, a compartir, a charlar, a preguntar…

Tanto si son nuestros hijos son niños, como adolescentes o jóvenes (yo tengo uno de cada), este encierro obligado nos da la oportunidad de  ver películas en familia, jugar a juegos de mesa, hacer gimnasia juntos (habrá que dedicar un rato del día a mantenerse en forma), compartir las tareas de la cosa sin agobios, ordenar armarios sin prisa (puede ser un buen momento para comprobar si hay ropa que ya no les vale o no usan y podemos dar) o enseñarles a cocinar sus platos favoritos.

Por muchos deberes que les hayan puesto (que se los han puesto), si hay algo que vamos a tener ahora la mayoría de los españoles (no es el caso de los que tienen que trabajar)  es tiempo.

Imagino que la situación es bastante más complicada con los más pequeñitos. Mi hija tiene 10 años, y aunque está preocupada, comprende la situación. Pero los más pequeños no entienden por qué no pueden salir. En estos días, entre tanto meme de papel higiénico y Mercadona, me llegó un vídeo de una pequeñita que pedía “acalle” desesperada, que me dio mucha pena. En estos casos, los padres tendrán que echar mano del ingenio y la paciencia y buscar recursos para entretenerlos y acortar los días.  En el artículo recursos gratuitos para pasar la cuarentena del Coronavirus podéis encontrar algunas ideas que se han compartido por las redes. Pero  os animo a compartir las vuestras en los comentarios para ayudar a otros padres de pequeñitos que lean este artículo.

Por mi parte, yo os puedo contar lo que estoy haciendo para hacer más llevadero el aislamiento de mi hija de 10 años.

Videollamadas para que los niños sigan en contacto con los amigos

Los españoles somos, en general, callejeros y sociables. A la mayoría nos gusta más la calle y la jarana que estar en casa. Quizá, por eso, hemos tardado más de la cuenta en reaccionar y darnos cuenta que esto del Coronavirus era algo serio y ha habido que cerrar los parques y bares para que no nos juntemos allí después de cerrar los coles y mandarnos a casa a teletrabajar (a los que puedan).

En mi casa el  que mejor lo lleva es mi hijo mayor. Desde que cerraron la universidad no ha vuelto a pisar la calle y como está acostumbrado a jugar online con su amigos o a ver pelis a la vez y comentarlas por videollamada, sigue manteniendo un contacto estrecho con su grupo.

El mediano, que es tan callejero y activo como yo, todavía no ha tenido tiempo de darse cuenta de la situación porque aterrizó en ella hace tres días (y lo digo de forma literal, porque la crisis le pilló de viaje de estudios, fuera de España).

Pero la pequeña, de 10 años estaba un poco agobiada y nerviosa hasta que, empezó a conectarse con sus amigas por Videoconferencia para hacer los deberes en grupo  o charlar un rato. Para quien le interese, como ya he contado en Twitter, utilizamos una app llamada Disord que permite videollamadas de hasta 50 personas. Para crear la cuenta solo hay que dar un correo (yo he utilizado el mío para poder controlar la cuenta si es necesario) y una contraseña y se puede usar desde tablet, móvil o un pc que tenga cámara.

En esta crisis tenemos un aliado que nos ayuda a estar más cerca: la tecnología. No hay más que echar un ojo a los grupos de Whatss App que en estos días echan humo con los memés del tema, pero también con los “¿cómo estáis amigos?” y los mensajes de cariño de personas que han pasado por nuestra vida a los que hace tiempo que no veíamos y se interesan por nosotros.

Por ello, porque necesitamos ideas para hacer los días porque necesitamos estar juntos para vencer esta pandemia que nos ha robado la calle, os animo a que compartáis vuestras experiencias en los comentarios y contéis a otras familias cómo lo lleváis, cómo os estáis organizando con los niños, qué tal lo llevan ellos, cómo lo hacéis para manteneros cerca de los vuestros para ayudarnos unos a otros, porque si hay una característica del carácter español que también se ha puesto de manifiesto en esta crisis (salvando el acaparamiento abusrdo en los supermercados) es la solidaridad.

 

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