A todos los padres nos preocupa mucho el sueño del bebé. En parte, porque entorpece el nuestro, pero también porque tenemos miedo de que no descanse bien o lo suficiente, con tantos despertares nocturnos.

Aunque el sueño es un proceso evolutivo que no podemos ni debemos modificar y es normal que los bebés se despierten, los padres sí podemos hacer algunas cosa para ayudar al bebé a dormir.

Hay cuatro claves fundamentales para que el bebé duerma bien

  1. Que se sienta seguro. La seguridad se la damos las personas que más quiere: sus padres acudiendo a su lado en cuanto nos necesita.
  2. Que el sueño forme parte de una rutina, ya que las rutinas les dan seguridad.
  3. Que esté tranquilo y relajado: cansarle para que duerma es contraproducente, pues cuando están nerviosos les cuesta más dormirse (a los adultos también nos pasa).
  4. Que esté a gusto: con un pijama cómodo, sin frío ni calor… es decir: en un entorno agradable.

Qué podemos hacer para ayudar al bebé a dormir

1. Ofrecerle una temperatura adecuada

La temperatura del cuarto debe rondar los 18º-21º. Conviene ventilar la habitación por la mañana y un rato antes de acostar al pequeño.

Hay que vigilar que el ambiente no sea demasiado seca (la calefacción y el aire acondicionado lo resecan). Si es necesario, conviene usar un humidificador para mejorar la humedad del ambiente.

No conviene abrigar en exceso al bebé. Si temes que se destape y se enfríe es mejor ponerle un pijama gordito o un saco de dormir para bebés, en lugar de usar manta porque puede aumentar el muerte súbita. Por la misma razón, los bebés no deben utilizar almohada (se pueden asfixiar con ella) y además, no la necesitan.

El aire acondicionado reseca las mucosas y puede dificultar la respiración. En los meses de calor, se puede poner un rato en el cuarto antes de acostar al niño pero conviene apagarlo antes de acostarle para que no le dé directamente. Puedes ampliar información en este artículo sobre cómo ayudar a dormir al bebé con el calor.

2. Ambiente con poca luz

Lo ideal es que el niño se quede dormido sin luz, para que asocie el sueño nocturno con la oscuridad. Además se ha visto que la exposición a la luz antes del sueño lo entorpece. Si le da miedo estar a oscuras, puedes colocar una lucecita en un enchufe (un quitamiedos) ,que además vendrá muy bien para no tener que dar la luz si te llama o te pide pecho. Si se duerme con luz, hay que dejarla encendida toda la noche. El ambiente que hay cuando el niño concilia el sueño debe permanecer igual mientras duerme.

3. Con ruidos y la puerta abierta

El bebé tiene que adaptarse al ambiente donde vive. Hay que procurar que no haya excesivo ruido mientras duerma, pero sin por ello, impedir la actividad habitual el hogar.

4. Instaurar un ritual nocturno

Durante los primeros meses de vida, el bebé duerme mucho y su sueño es muy irregular (no distingue día y noche, se despierta prácticamente para mamar o cuando está molesto). Es importante atenderle y consolarle siempre que nos llame y respetar sus ciclos de sueño para dejar que maduren de forma natural.

A partir de los seis meses, cuando  el bebé es capaz de darse la vuelta  y  dormir de un tirón cinco o seis horas, conviene asentar unas rutinas, esto es mantener a diario unas costumbres que pueda reconocer fácilmente y que le ayudaran a dormir mejor.

Hacer siempre las mismas cosas y en el mismo orden ayuda al bebé a reconocer que llega el momento de dormir. Cada padre tiene su ritual: baño, cena, cantar una canción, leer un cuento, un masajito relajante… Antes de dormir, conviene seguir un ritual tranquilo (no valen juegos movidos) que ayude a disminuir la actividad poco a poco.

El baño al final del día ayuda a conciliar el sueño, pero lo importante es mantener la rutina y hacerlo siempre a la misma hora, con tranquilidad.

Aunque no es lo habitual, algunos bebés se espabilan con el baño, si es el caso, es más prudente bañarles a otra hora.

5. Ofrecerle un objeto de consuelo

Cuando el bebé se despierta a media noche, todos los bebés lo hacen (y los adultos también, aunque no nos damos cuenta porque solemos dormirnos inmediatamente),  el bebé necesita sentir que todo está igual que cuando se durmió. Por eso, si le duermes en brazos, volverá a pedirlos (no pasa nada, si a ti no te importa) y si se duerme en la hamaca y despierta en la cuna, se sentirá desorientado.

Una buena idea para que se sienta seguro, es dejar en la cuna un peluche blandito (que no tenga elementos que el bebé pueda morder o tragar) o un trapito pequeña que pueda manejar y que permanezca con él durante el sueño. Si consigues que se aferre a un objeto de consuelo que le dé seguridad, no solo le ayudará a dormir sino a superar otros momentos difíciles como el abandono del chupete, tu vuelta al trabajo o la entrada en la guardería.

Antes de los 3-4 meses no conviene introducir objetos en la cuna por el riesgo de muerte súbita.

6 Darle libertad de movimientos

Los bebés se mueven mucho mientras duermen porque a veces su sueño es muy agitado, ya que pasan más tiempo en la fase de sueño activo (fase REM) en la que hay mayor actividad mental, necesaria para el desarrollo de su cerebro. Por ello,  no conviene sujetar las sábanas con pinzas que limiten su libertad de movimientos.

Como se ha dicho anteriormente, si se destapa mucho, es mejor vestirle con un pijamita grueso o un saco de dormir que le permita moverse con libertad.

7 Paciencia y cariño

A veces, cuando parece que el bebé ha empezado a dormir de un tirón (6 horas), vuelve a despertarse a menudo y eso hace que algunos padres, agotados, se desesperen y empiecen a probar métodos conductistas para enseñar a dormir al bebé

Es cierto que cuando el bebé se despierta mucho o pasa una noche complicada, altera nuestra vida diurna pues empezamos la jornada agotados. Pero eso, no debe llevarnos a seguir métodos rígidos para conseguir que el bebé duerma.

Lo que necesita el bebé para aprender a dormir es seguridad y eso se lo transmitimos con nuestra comprensión y cariño, demostrándoles que estamos ahí siempre que no nos necesitan

Algunos padres dejan la cuna en su habitación durante más tiempo para no tener que levantarse a atender al bebé , otros optan por el colecho para facilitar la lactancia y así poder dormir mejor todos. Es una decisión respetable, si se hace hay que tomar algunas medidas de seguridad.

Asesor: Doctor Gonzalo Pin, jefe de Pediatría del Hospital Quirón de Valencia y portavoz experto en sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP)

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3 Comentarios

  1. Disbab

    ¡Muy buenas consideraciones sobre el sueño de los más peques! Sin duda, el descanso es muy importante para ellos no sólo para recuperar energía, sino para su correcto desarrollo. Nosotros recomendamos el uso de artículos como humidificadores, por ejemplo, para crear una atmósfera más relajante y limpia.

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  2. melatonina

    mi hija tiene casi 4 años y se despierta todavía 2 ó 3 veces por la noche, sigo todas las recomendaciones que pones, supongo sera con el tiempo que no se despierte?, la mayor duerme muy bien.

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    • Mujer y MADRE hoy

      unos niños se despiertan más que otros y su sueño tarda más en madurar. ánimo, todo pasa

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